Por Milagros García
“Los manuscritos del monte Richardson” tiene una naturaleza compositiva. Conviven las memorias de una migración acuática con otros textos que aportan algunos indicios más sobre lo que significa esa aventura para la humanidad.
La crónica habla sobre lo que sucede a una flota que intenta organizarse para sobrevivir a una inundación que los sorprende en circunstancias que, como se sugiere, ya no eran las mejores.
Los manuscritos están divididos en partes que tienen diferentes narradores. Este recurso nos permite explorar los sucesos desde diferentes barcos de la flota, lo que también implica diferentes actitudes frente al problema y diferentes énfasis en lo que se cuenta. Porque la flota no está formada en su totalidad por profesionales de la marina, sino que también hay una familia o compañeros espirituales, por ejemplo.
Lo que parece haber sucedido en el mundo con las personas nos permite pensar que estamos en el terreno de la distopía postapocalíptica. En esta zona de la ciencia ficción podemos especular (con algo de pesimismo, o por lo menos con la intención de graficar una advertencia disuasiva) sobre devenires posibles; es un laboratorio en el que podemos experimentar con ideas sobre nuestro futuro. En estos últimos años, Occidente exploró con insistencia esta imaginación que se pregunta cómo serían las cosas después de un inevitable colapso. Es totalmente coherente con los tiempos que estamos viviendo, que no parecen augurar nada bueno para el destino de lo que en la obra se llama “especie dominante”, de su dignidad o del planeta.
Pero el objeto “manuscrito” también nos habla de algún tipo de continuidad. Es un recurso bastante explorado en este género. Al manuscrito se lo encuentra, se lo rescata de su olvido para que nos hable de errores y formas de atravesar momentos. Nos habla de tiempos que ya no están, pero que fueron sucedidos por otros. Nos devuelve al pulso histórico. “Creo en los ciclos” deja escrito en su informe el capitán que encuentra los papeles: “la tierra, los días y las mareas lo tienen”. La historia de la gente también, y aunque eso a veces puede significar que tenemos la oportunidad de repetir nuestros errores, también puede significar que tenemos oportunidades nuevas y un aprendizaje que nos permita cambiar el curso. Ya verán en qué escala considera el libro que ésto es posible.
La obra me sorprendió principalmente por la chispa de su prosa y la versatilidad de sus narradores, que a cada capítulo aportan colores nuevos a la historia que nos asisten a armar. No es fácil construir voces que puedan contrastar de manera tan contundente. Además, puede ser una oportunidad enriquecedora de asomarse a una nueva narrativa y al catálogo de una editorial tan interesante como Cave Librum.
Ficha Técnica:
- Idioma: español
- Editorial: Cave Librum
- Autor: Diego Aristi López
- Año: 2013
- Páginas: 144