[dropcap style=’box’]L[/dropcap]a aparición de Cristina a la vida pública, esta vez como pre-candidata a Senadora Nacional, despertó a más de un francotirador a apostarse desde su trinchera mediática, judicial política, con la mira de sus fusiles haciendo centro en la cabeza de la ex presidenta.
La carga parece ser con munición gruesa, tan gruesa como la diferencia que Cristina les saca en las encuestas a los candidatos que estos disparadores salen hoy a defender hasta verla caer muerta. La escena ya está montada, sus actores comienzan a moverse. Mauricio Macri, demostró el 9 de julio, ubicarse muy lejos del interés patriótico, su apoliticidad lo desnuda como el sol que derrite un helado que quiso ser y no pudo, mucho menos si ese helado fue elaborado con grasa, la grasa es patrimonio del pueblo, de los trabajadores, de esos que nombraba Eva, toda vez que necesitaba alimentar su corazón.
El Juez Bonadío, quien debiera estar entre rejas, es el que apunta desde hace rato al borde de la desesperación, el fusil a la cabeza de Cristina; un compañero amigo comentaba con mucho acierto, que la intentona de este magistrado, era como si Robledo Puch, (asesino serial de los años 70) osara sentenciar y enrejar a alguien…
A más de un año y medio de gobierno, Macri no ha podido generar ni un 10% de lo que prometió en campaña, y en cambio llevó a cabo medidas que ubicaron al país al borde del abismo más profundo. Podríamos señalar un sinnúmero de ejecuciones políticas, en desmedro de los intereses populares y no tan populares en estos 19 meses de gobierno, pero marcaremos las más salientes, es decir, las que tocan con mayor aspereza la sensibilidad social, la de los más desprotegidos e inclusive de sectores medios bajos y de los otros no tan bajos: La libre importación, que trepa en aumento día a día, escupe a un operario de una fábrica, al mismo tiempo que un chino, un alemán, introduce un producto en nuestro mercado. Endeudar la nación por 100 años, ha superado la deuda que nos legara por décadas los préstamos usurarios logrados por Bernardino Rivadavia, los cuales le posibilitaron a ese ilustre presidente, embolsara para sí, 7 millones de libras esterlinas… (¿cuántos habrá embolsado don Mauricio?). El pronunciado achique del consumo interno, habla de la imposibilidad de los trabajadores despedidos, y de los ajustes salariales provocados por la negación de paritarias y el exceso de los precios energéticos, que afectan notablemente la capacidad de consumo de los asalariados en general.
Es evidente que por el tiempo transcurrido, el gobierno ha comenzado a reconocer el fracaso de sus políticas, como el incesante golpear con la pesada herencia, que utilizaron como burda mentira para cubrir su incapacidad como gobernantes, y ocultar la entrega del país, a la más leve sugerencia de la banca extranjera. Al igual que Menem, andar con los pantalones por los tobillos, parece ser una sana costumbre, duele un rato, pero vale la pena el sacrificio, total los que sangramos en definitiva, somos nosotros… Esta innegable realidad política, hoy obliga a integrar la lista a mayor cantidad de culpables de la anterior gestión de gobierno, Lázaro Báez, por lo visto no se candidatea a nada, por lo que descansa momentáneamente, pero sí lo hacen contra Martín Sabbatella, funcionario designado para frenar a Clarín en su atropellada mediática embargándolo por 10 millones de pesos, Amado Boudou, quien les arrebató las AFJP para transferir sus fondos al ANSES y desde allí distribuir Justicia Social, y la acusación es sólo por la flojedad de papeles de un auto que el ex funcionario adquirió…. a la Jueza Carbó, que de pronto es propietaria de un edificio de 43 millones de pesos… por disentir con el resto de los jueces macristas , en fin, por otro lado están viendo si Sergio Massa y Florencio Randazzo, de una vez por todas, dejan de titubear y salen a jugar para ellos… porque es más que evidente, que cada uno de estos candidatos, no los rozan los medios afines al gobierno, y muy poco alguno que otro dirigente de segundas líneas les contragolpean, por lo que hasta el momento, no se observa frente de ellos ningún francotirador apuntándoles.
Lo que no doblega, fortalece; ellos lo saben, nosotros también, ellos cuentan con los medios que mienten y una justicia que los legaliza, nosotros tenemos a Cristina y a todo un pueblo que busca justicia. A matar o morir, al menos es lo que se intuye como consigna, dada la ferocidad de la arremetida. En ese oscuro callejón, no se observa ninguna puerta, ninguna salida, mucho menos una tenue luz.